Opinión OC | Rosa Cabero -
Directora de OcioCaballo |
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Pasando
olímpicamente de la doma
Durante
días TVE, ha tomado las riendas de la situación y como
ente público y en consecuencia económicamente más fuerte,
se ha hecho el portador oficial de las novedades que los
Juegos Olímpicos de Pekín han ido generando, según se
resolvían las diferentes pruebas de "casi" todos
los deportes.
Resaltar
que tras una lucha titánica por estar a la altura de los
demás participantes, la doma clásica española fue
protagonista en los anteriores JJ.OO. de Atenas y los
preciados metales conseguidos por nuestros jinetes, dieron
la vuelta al mundo con la consecuente repercusión mediática
y un gran paso de gigante para una disciplina olímpica,
hasta entonces prácticamente desconocida para muchos en
nuestro país y que entró en sus casas aquel verano del
2004.
Lamentablemente
los directivos de TVE, con mala memoria han olvidado rápidamente
aquello y en esta ocasión la doma clásica, ha vuelto a ser
la gran ausente de nuestras pantallas tratándola con la máxima
indeferencia.
Puedo
asegurar sin temor a equivocarme, que hemos sido muchos los
que hemos seguido durante días las retrasmisiones
ofrecidas, esperando en vano una mínima inclusión de algún
reportaje de nuestros jinetes, que han pasado por meses de
entrenamiento, competiciones internacionales para obtener la
puntuación y pasaporte a Pekín, una cuarentena y un viaje
de muchas horas para ellos y sus caballos, a fin de llegar a
participar en una de las citas más importantes a la que
puede aspirar un deportista en su vida y estar finalmente
frente a frente con los 45 mejores binomios del mundo.
Quizá
no sea noticia significativa para ellos, que Juan Manuel Muñoz
con “Fuego XII” fuera capaz de conseguir una media del
66,083%, que le daba la posibilidad de batirse nuevamente en
el cuadrilongo en esta ocasión para disputar el Gran Premio
Especial, únicamente reservado a los veinticinco
mejores y menos por supuesto, ni siquiera comentar
que el sevillano representando a la doma nacional,
contabilizaba una media del 68,160% ocupando el décimo
sexto lugar y se quedaba a solo un puesto para entrar en la
final.
Sin
duda, este deporte minoritario lo seguirá siendo
eternamente en nuestro país, pero no por falta de ilusión,
ganas y buenos deportistas, sino porque hay una ausencia de
apoyo evidente que ha quedado palpable en estos Juegos,
donde los jinetes españoles han sido totalmente ignorados y
donde el único caballo nacional que hemos visto en nuestras
pantallas, ha sido el dibujito animado de la cabecera del
programa que daba insistentes saltos tras el presentador,
mientras hablaba del desarrollo y resultado de todas las
modalidades olímpicas disputadas, excepto la hípica.
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