¿Cómo influye el deporte de la Equitación en la salud mental?

De todos es sabido la multitud de beneficios que la Equitación aporta a las personas, nos ayuda a tonificar los músculos y es un buen ejercicio cardiovascular, pero además ¿puede ayudarnos psicológicamente?

Se podría decir que la Hípica es el deporte más completo que existe junto a la natación. Nos ayuda a tonificar músculos como los abdominales, glúteos, piernas o espalda. Además, el jinete mejora su equilibrio, postura y la movilidad. Cuando una persona practica la equitación, mantiene una buena postura corporal y esto evita posibles lesiones en un futuro.

También es muy destacable el ejercicio cardiovascular, que puede llegar a exigir los mismos niveles de esfuerzo que correr o el ciclismo. Aunque en un paseo el desgaste es más bajo, en recorrido con obstáculos se pueden quemar fácilmente 600 calorías por hora, mientras mejoramos el equilibrio y nuestra coordinación.

No es ningún secreto que el ejercicio físico en general, favorece a la salud en muchos sentidos, desde el control del peso hasta la respiración o el funcionamiento cardiovascular, pero muchos olvidan la importancia que tiene el deporte para el bienestar mental.

Al montar a caballo debemos mantener la concentración, por lo que nos ayuda a desconectar del día a día y quitarnos el estrés. Es un deporte que se suele hacer al aire libre y el contacto con la naturaleza es positivo para cuerpo y mente.

El deporte y la salud están muy ligados ya que la práctica deportiva supone una mejora de la condición física proporcional a la cantidad y calidad del ejercicio que realizamos. Sin embargo, directamente unido al estado físico de cada persona está su equilibrio mental.

La actividad física es una ayuda complementaria muy efectiva para la prevención y el tratamiento de los desequilibrios psicológicos. Podemos decir a grandes rasgos que mejora la autonomía de la persona, la memoria, la agilidad mental y promueve sensaciones como el optimismo o la euforia, al tiempo que mejora la autoestima.

Desde la antigüedad se aconseja practicar equitación con el fin de mejorar el estado anímico. Nos hace tener más autocontrol, autoestima y seguridad en nosotros mismos. Tener que estar controlando a un caballo, que actúa de forma imprevisible, hace que en el día a día podamos coger las riendas a nuestros problemas.

A modo de resumen podemos decir que la práctica deportiva ecuestre es beneficiosa para mejorar la salud mental y emocional, despeja la mente con grandes beneficios, ya que nos ayuda reducir el estrés, a aumentar la autoestima, la memoria, la capacidad cerebral y la capacidad de concentración, además alivia la ansiedad, ralentiza y previene el deterioro cognitivo, mejora nuestra conducta y las relaciones sociales y fundamentalmente libera las hormonas de la felicidad.

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