En esta séptima edición de los Juegos Ecuestres Mundiales, ha habido como ocurre siempre sus luces y sus sombras, que lejos de ser una crítica han de evaluarse como una reflexión siempre con el ánimo de mejorar sucesivas citas.

Con la ceremonia de clausura se bajaba el telón de los WEG 2014 celebrados en Normandía (Francia), en los qué el país anfitrión se ha volcado para dar la mejor acogida y que fuera un éxito.

565.000 espectadores han podido presenciarlos en directo batiendo el record de asistencia, en esta cita única donde un total de 1750 periodistas han cubierto la información para y 52 países.

El principal punto negro del desarrollo de los mismos han sido las lluvias que han afectado muy directamente a de algunas disciplinas como el Raid, que convirtió el recorrido en algunas partes muy peligroso y de lo cual se derivaron varias caídas, deslució bastante las pruebas de Doma Clásica y aunque a priori parezca algo que no es responsabilidad de la organización, si se sabía de antemano que es una zona con determinada climatología aunque se trate de pleno verano.

Por este motivo y a pesar de que nuestra amazona María Álvarez Pontón acabara en el Hospital, el equipo español se alzaba con la victoria y alcanzaba la única medalla de oro que ha venido para España, para orgullo de todos nosotros y que solo pudo recoger Jordi Arboix, porque debido a una serie de incidentes que nadie ha podido explicar, el resto no llegó a tiempo.

No seremos nosotros quienes evaluemos la situación, pero ganar una medalla de oro es algo único en la historia de cada jinete y su labor es representar a su país y en este caso jugándose el todo por el todo en un recorrido complejo y peligroso, el resto corresponde a la organización y al numeroso conjunto de personas de cada federación que han acudido con ellos para este menester, esa es su función y deberían responsabilizarse por no haber cumplido debidamente con su cometido.

Por otra parte, quizá la mayor decepción ante las expectativas que había, haya sido en salto de obstáculos, no tanto por los resultados que siempre son imprevisibles y se cuenta con que cada jinete ha hecho lo posible lo cual es muy de agradecer, sino por la retirada de Sergio Álvarez Moya que no participó con “Carlo 273”, su primera monta por una lesión y lo hizo con “Action Breaker” con el que no siguió compitiendo tras la primera clasificativa, por considerar que no tenía posibilidades y era forzar al caballo inútilmente. 

La pregunta es que si no consideraba estar a la altura, ¿para que participó con él?, ¿no hubiera sido mejor que lo hiciera un reserva? 

En cuanto al resto de las disciplinas, los resultados están ahí y aún sabiendo que unos han sido mejores y otros peores, debe servirnos como experiencia, seguir trabajando darle el justo valor y no olvidar que hemos llevado jinetes en todas las modalidades, algo que ya es un paso muy importante y muchos de ellos han dejado el pabellón bien alto como en doma donde los resultados han sido muy buenos y hemos terminado con nuestra amazona Morgan Barbançon, entre los quince mejores del mundo.

Queremos dar la enhorabuena a todos por sus resultados y por habernos hecho vivir unos días tan emocionantes, que son el punto de partida para los próximos juegos donde no dudamos que España seguirá escalando puntos en sus clasificaciones y que esa medalla que en esta ocasión ha llegado en solitario, vendrá acompañada de muchas más.

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